Sábado 24, Abril 2010 | Buscan poner límites a las nuevas torres en los barrios | Por: Daniel Gutman
Por las protestas vecinales, avanzan en la Legislatura cinco proyectos para algunas zonas en particular y otros más abarcativos. En el Gobierno trabajan un nuevo Código "sin tantos desniveles".
Vista aérea de la Ciudad.
La Ciudad de Buenos Aires crece en altura en forma descontrolada, debido a una legislación obsoleta que prescinde de cualquier idea de planificación integral, no limita el interés voraz de los desarrolladores inmobiliarios y es una amenaza real o potencial para la calidad de vida en muchos barrios. Eso no es sólo lo que piensa un creciente número de vecinos que en los últimos años se han organizado para reclamar cambios, sino que también lo acepta el Gobierno de la Ciudad y lo comparten prácticamente todos los sectores políticos representados en la Legislatura porteña.
En ese escenario, que se vuelve cada año más preocupante, sigue retrasada la discusión sobre un Código Urbanístico que tendrá que reemplazar en el futuro al de Planeamiento Urbano actualmente vigente. Se trata de un cuerpo normativo construido de una manera tal que es muy difícil de entender para quien no sea un especialista en la materia, casi inasible, que sin embargo se ha vuelto una fuente permanente de conflictividad.
"El Poder Ejecutivo está trabajando sobre un tema que es muy complejo. No hay que olvidarse que el Plan Urbano Ambiental (que es la norma que ordena hacer el Código Urbanístico), llevó ocho años de discusión. Pero estamos de acuerdo en que hace falta una nueva herramienta que reduzca las alturas máximas permitidas y tienda a una ciudad más compacta, sin tantos desniveles", dijo a Clarín el subsecretario de Planeamiento del Gobierno de la Ciudad, Héctor Lostri.
Mientras tanto, los diputados estudiarán durante este año varios proyectos de ley para bajar las alturas máximas permitidas en distintos barrios, con los que se busca paliar los perjuicios que sigue generando en la Ciudad la postergación de la discusión de fondo. Las iniciativas son sin duda empujadas por la gran presión de los vecinos, que no fueron un actor tenido en cuenta cuando se redactó y sancionó el actual Código de Planeamiento Urbano, en 1977, durante la dictadura militar.
"En la calle Ceretti al 2100 en los dos últimos años se han demolido casas y se han construido ocho edificios. Ahora, en la misma cuadra se están por demoler cuatro casas en excelente estado para construir una torre de 19 pisos", denunció Stella, una de las personas que convocaron a princpios de esta semana a una marcha de vecinos de Villa Urquiza, en Olazábal y Avalos.
Uno de los proyectos ahora en estudio fue presentado por Aníbal Ibarra y firmado por varios diputados de distintos bloques. Propone que la Ciudad sea dividida en manzanas "consolidadas en baja altura" y "consolidadas en altura". Las primeras serían las que tengan en un 70% de su superficie casas o edificios que no superen los 9 metros de altura. Allí no se permitiría construir por encima de ese límite. Las "consolidadas en altura" serían el resto de las manzanas de la Ciudad y en ellas no se autorizaría a sobrepasar la línea del edificio más alto existente al 31 de diciembre de 2009.
"Se trata de darle a la persona que se va a vivir a un barrio de casas bajas la tranquilidad de que no le pondrán una torre al lado que le cambie completamente la zona", dijo a este diario el ex jefe de Gobierno.
Otra iniciativa fue presentada por Sergio Abrevaya (Coalición Cívica) y sugiere reducir las alturas máximas permitidas en una gran cantidad de barrios porteños considerados residenciales, como Núñez, Colegiales, La Paternal, Villa del Parque, Villa Devoto, Versalles, Floresta y Mataderos. Ya hay una página de internet (www.trespisosenbarrios.com) para sumar apoyos al proyecto.
El legislador Patricio Di Stéfano (PRO) se ocupó del centro de la Ciudad y propuso que se amplíe el centro histórico, que hoy es limitado a grandes rasgos por la Plaza de Mayo, el Bajo, Parque Lezama y la calle Perú. Propone que su borde hacia el Oeste sea corrido hasta la avenida 9 de Julio, de manera tal que en unas 80 manzanas más se resguarde su fisonomía actual y se restrinjan las demoliciones.
Otras propuestas para barrios como Agronomía y Flores impulsan crear límites de altura uniformes, de 9 metros, en distintos polígonos de la zona delimitados por calles y avenidas. Y una idea similar para Agronomía plantea llevar esa altura a 12 metros.
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